Les garçons et Guillaume, à table! (2014)

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¡Qué vergüenza! Veintidós años y medio viviendo aquí y nunca había asistido a una sesión del Cineclub Fas.

Primero nos pusieron un cortometraje, IRUDI MINTZATUEN HIZTEGI POETIKOA (Euskadi, 2014), una idea magnífica que no estaba todo lo bien plasmada que se podía. Pero con los cortometrajes ya se sabe «Esperamos que os guste, no disponíamos de demasiado presupuesto». Así que toca vencer el tema pasta con ingenio. ¡Ah! La traducción del título al castellano sería «Diccionario poético de imágenes habladas», que a ver por qué vais a tener que aprender vascuence.

Lancémonos ya al meollo del cogollo, como dirían los chicos de Podcinema. Yo la verdad es que he ido a ver esta película para comprobar si tanto invertir en escuelas de francés ha servido de algo. El oído lo tengo un poco oxidado, pero algo queda. Que no es moco de pavo.

La película es una adaptación de la obra de teatro del propio Guillaume Gallienne, que aquí escribe el guion, dirige y se marca dos papeles, el del protagonista y el de su madre. No sé yo si por falta de presupuesto o por ganas de que nadie le quite el protagonismo. Algo que, por otra parte, es imposible, porque eso de tener formación teatral se nota, y mucho. Que lo de «he aprendido en la escuela de la vida» está muy bien, pero normalmente no funciona.

Y coge el tío listo y se marca un dramón terrible pero con la envoltura de una comedia, para que nadie se dé cuenta de lo triste y deprimente que es todo. El público, que a veces no estamos todo lo perspicaces que debiéramos, caemos como tontos y nos reímos. Nos reímos un montón. Es que estos franceses y su comédie-francaise son la leche. La escena del colchón y la de la entrevista del psiquiatra militar no tienen precio. Sólo por echarse unas carcajadas en martes, cuando todavía falta tanto para el fin de semana, ya ha merecido la pena.

En el trasfondo tenemos a un hombre cuya familia está convencida de que es homosexual. Tan convencidos están todos, que al final él se lo cree e intenta ser el mejor homosexual posible, pero es que ni para eso vale el pobre. Por cierto, lo de homosexual es una etiqueta, pero tiene un terrible submundo de etiquetas detrás, que no a todos les gusta hacer pesas en el gimnasio y ponerse camisetas de rejilla. Claro que, con los heterosexuales pasa lo mismo. No sé si decir esto es políticamente correcto.

Sale España. Una parte de España que hasta los españoles queremos obviar. Con la de cosas bonitas que tenemos… estos franceses, que nos llenan de topicazos. Pero los ingleses no salen mejor parados y los alemanes mucho menos, así que no nos quejemos.

Suena Julio Iglesias en un momento dado cantando en francés. Suena bien. En francés todo es más bonito, esa es la verdad. Hasta los gays.

Buscad la forma de verla, no os arrepentiréis.

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