Aniquilación (2018)

El cine no lo pisaré pero, mira, no hemos llegado a abril y ya he visto un estreno de 2018. Como récord tampoco está tan mal, digo yo.

El que no se consuela…

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Cuando su marido desaparece durante una misión secreta para regresar sin recordar nada, la bióloga Lena se une a una expedición a una misteriosa región acordonada por el gobierno de los Estados Unidos. El grupo, compuesto por 5 mujeres científicas, investiga la zona X, un intrigante lugar controlado por una poderosa fuerza alienígena. La zona X es un lugar al que han ido otras expediciones, pero del que ninguna ha vuelto.

Ganas había de ver la nueva propuesta de Alex Garland después de la estupenda Ex Machina, y más aún al ver que sigue apostando por la ciencia ficción como eje de su película, en este caso basándose en la novela de Jeff VanderMeer.

En buena parte no defrauda: una historia con un punto de misterio, de tensión, una presencia desconocida que atenta contra el orden establecido en la naturaleza e inquieta —lo desconocido siempre inquieta— y un final sujeto a interpretaciones, algo que me agrada, no vaya a ser que nos lo den todo masticado, como si fuéramos tontos y necesitáramos explicación tras explicación.

Las ubicaciones escogidas son de una belleza impresionante, aprovechando diferentes hábitats como escenario de apariciones extravagantes: cocodrilos con varias hileras de dientes, osos que parecen salidos de una excavación arqueológica, muerte rodeada de flores. Es un escenario casi pictórico, hermoso, que juega a ser artificial sin ambages. Pero hay un aspecto que me falla: no consigo entrar en situación, no se crea para mí la tensión que debería desembocar en la escena del faro como culmen de la historia, raíz y resolución. Los planos no me agradan, me descolocan, parecen recortados al tuntún —estoy seguro de que no es así, claro está— y me hacen preguntarme a cada uno el por qué de tal o cual elección. Así no hay quien se introduzca en la trama.

La película tiene mucho de metáfora, un poco de ciencia ficción clásica (sobre todo al principio), algo de una ciencia ficción más elevada, con un doble sentido más profundo y anclado en el ser humano y su naturaleza. que nos lleva a Mattheson o Lem, por poner algún ejemplo, como inspiradores.

Natalie Portman es Natalie Portman. No me emociona especialmente ni creo que fuera la opción más adecuada. No transmite la fuerza de un personaje dispuesto a llegar hasta el final, dispuesto a luchar le pese a quien le pese. Tampoco me apasiona la trama romántica de la que parten. ¿Se podría haber omitido? ¿Tendría entonces sentido su determinación? Oscar Isaac —al que por cierto y hasta hace muy poco Netflix otorgaba el papel protagonista en el póster promocional en su plataforma, en uno de esos ejercicios de engaño donde se hace lo que sea por atraer los visionarios, aunque así no se consiga más que decepcionar y enfurecer por partes iguales a un espectador— tampoco refleja gran cosa. Si tuviera que elegir, me quedaría con Jennifer Jason Leigh que es, tal vez, el personaje con una motivación más evidente por estar ahí, en esa cúpula electromagnética de la que nadie sabe nada.

Voy a obviar descaradamente la parte científica. Está explicada de forma absurda —confío en que el desarrollo en la novela fuera, al menos, un poco más detallado— y, aunque nadie quiere que le den una lección de física cuando ve una película, algo más de lógica bien hubiera ayudado a recrear ese ambiente que se pierde. Poco importa que el grupo de cinco mujeres fueran técnicas y militares expertas: ninguna lo aparenta ni se comporta como tal. Todas ellas son encarnaciones de emociones inamovibles, no evolucionan y se ajustan a su papel como un guante, sin mostrar el natural declive mental ante lo que están viviendo.

¿Merece la pena ver Aniquilación? YO diría que sí. Más de una vez, incluso, lo que es para mi buena señal. Pero también creo que cojea en algunos puntos, mucho más que la anterior película de Garland.

¿Y respecto a la interpretación de la película? Pues me gusta mucho esta propuesta de Emilio de Gorgot. Ahí os la dejo.

Aniquilación es una de esas películas que divide a crítica y público: frente a la reacción entusiasta de los primeros, a los segundos les ha dejado, cuando menos, fríos. ¿De qué lado te posicionarías tú? 

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