Carnival of souls (1962)

Carnival of souls (el carnaval de las almas) llegó a mi vida de forma un poco rara. Compré alguna película en una tienda online de segunda mano (no recuerdo cuál) y esta llegó pegada a la otra, sin haberla pedido ni saber bien de qué iba.

La iba a dejar por ahí guardada hasta que se me ocurrió preguntar a quienes sabían más de cine que yo (que tampoco es difícil) y la respuesta fue unánime: Ponte a verla pero ya.

carnival of souls, el carnaval de las almas, acabo de salir del cine, poster, 1962

Mary Henry es víctima de un accidente automovilístico; desde un puente colgante su vehículo se ha precipitado a un río. Horas después, Mary aparece sola y desorientada en un banco de arena. En seguida notará que el mundo que le rodea ha cambiado. La línea que separa a los vivos de los muertos se hace cada vez más borrosa. Es entonces cuando aparecen… ellos…

Esta película, la primera y única que filmó Herk Harvey y que, como suele pasar, fue un absoluto fracaso de taquilla en su estreno. Sin embargo, en los años ochenta resurgió de las cenizas gracias a que el director perdió los derechos de autor o no los reclamó bien en su momento por inexperiencia, y la película comenzó a proyectarse en diversas cadenas de televisión, recuperando poco a poco una fama que se mantiene hasta ahora.

Inspirado por el Pabellón Saltair, una gigantesca y abandonada construcción concebida como resort a fines del siglo XIX, y que tuvo una enorme mala suerte tras padecer varios incendios sucesivos en el correr de los años, Harvey dio con una historia singular y sorprendentemente sólida que, a pesar de la escasez de medios, mantiene una atmósfera tenebrosa y muy efectiva a día de hoy.

Mary es la improbable superviviente de un accidente de coche en el que mueren sus dos amigas. Sin embargo, desde su regreso, algo parece ir mal. Ella decide continuar con su vida pero no encuentra emociones en su interior, todo es frío y apático y, llegado un momento, empieza a experimentar una desconexión sensorial con el exterior, además de tener unos sueños muy vívidos con un baile de figuras fantasmagóricas.

Carnival of souls es una película que juega con la dicotomía cuerpo – alma: ¿existe la segunda? ¿Puede existir el cuerpo sin alma y continuar como si nada hubiera pasado? En ese caso, ¿qué opción le queda al alma más allá de regresar y reclamar lo que cree que le pertenece? ES la de Harvey una película que, con sus fuertes altibajos en el guion que afectan al ritmo y con unas interpretaciones no muy destacables, nos ofrece una atmósfera tenebrosa, con unas entidades fantasmales que servirían de inspiración tanto a Romero para su Noche de los muertos vivientes (1968, apenas seis años después) como a otros directores como Lynch (e incluso guarda similitudes con El sexto sentido de Shyamalan).

A pesar de los años que han transcurrido, la película funciona francamente bien: la duda sobre lo que está sucediendo se intuye a lo largo de la película pero, aunque el final es más o menos resolutivo, se mantiene abierto un abanico de opciones, ninguna de ellas alejada de los elementos más clásicos del cine de fantasmas y que permiten al espectador plantear sus propias cábalas.

Además, también refleja bien la situación de la mujer: ante una crisis se recurría (bien lo contaba Charlotte Perkins-Gilman en su oscuro relato de la locura, El papel amarillo) a minimizar su estado, quitarle valor e importancia achacándolo a «cosas de mujeres». Mary es un personaje más víctima de sus circunstancias que otra cosa que no logra encontrar más que rechazo y dudas a su alrededor y tiene que optar por aislarse de todos para no sufrir más de lo que su extraña situación provoca.

Si tenéis oportunidad, os recomiendo que le echéis un vistazo. No es un peliculón, pero merece la pena disfrutar de los recursos visuales necesarios para crear una situación de tensión y nerviosismo en el espectador.

¿Habéis visto El carnaval de las almas? ¿Qué opinión os merece? Tenéis los comentarios a vuestra disposición.  

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