Tinker tailor soldier spy (El topo, 2011)

¡Ah, Halloween! Esa fiesta donde hay que ver una película de terror para entrar en ambiente. ¿No sabías qué elegir? Pues nada, aunque ya ha pasado la fecha, te dejo una buena lista aquí. Escueta e interesante. Me declaro fan incondicional de las de los sesenta y admito que ni idea de las de 2010 en adelante. Es que convivo con un enemigo acérrimo del terror. A cambio, yo siento pánico por las bélicas. Ya te lo cuento otro día.

Pues eso, que es Halloween. Y después de dar un garbeo virtual de mas de veinte minutos por todas las sugerencias de Netflix de películas de terror —la categoría de terror con animales y monstruos me parece ideal para una sesión entre amiguetes en plan chorra absoluto—, gore, thriller e, incluso, de acción y fantasía —no, no pienso ver Conan, no lo intentes, te lo estoy advirtiendo—, acabamos viendo una de espías.

Porque es Halloween y porque no tengo sentido de la oportunidad.

Tinker Tailor Soldier Spy. El topo. 2011. Acabo de salir del cine

Años 70, en plena guerra fría. El fracaso de una misión especial en Hungría provoca un cambio en la cúpula de los servicios secretos británicos. Uno de los defenestrados es el agente George Smiley. Sin embargo, cuando ya se había hecho a la idea de retirarse, le encargan una nueva misión: se sospecha que hay un “topo” infiltrado en la cúpula del Servicio y sólo alguien de fuera puede averiguar quién es. 

Voy a empezar por la ambientación, que me ha parecido sublime. Tal vez sea porque hace muy poco que he leído un ensayo que gira en torno a los servicios de inteligencia británica a partir de la Primera Guerra Mundial hasta los años 80, pero os aseguro que lo que traslada la pantalla es, exactamente, lo que tenía en mente. No sólo las caracterizaciones, esas gafas tan setenteras (si has visto Argo, te haces una idea de lo que hablo), la ropa, los peinados —¡Pobre Benedict Cumberbatch, con lo bien que le sientan los rizos en Sherlock y lo mal que le queda la peluca esta rubia de fraile!—… El ambiente de la sede del MI6 también es excelente y me ha gustado en especial la sala de reuniones anecoica, tal vez porque yo estuve en una hace tiempo. ¿Sabías que una persona no aguanta más de unos cuarenta y cinco minutos dentro antes de empezar a mostrar síntomas de locura?

Por otro lado tenemos un plantel de actores de los de quedarte helado, empezando por Gary Oldman y su nominación a los Oscar, a quien tal vez recuerdas por sus papeles más conocidos, el del Comisario Gordon en la trilogía de Batman de Christofer Nolan y en su papel de Sirius Black en la saga de Harry Potter. También me han gustado Colin Firth y Tom Hardy. Todos ellos encarnan a la perfección el papel del gentlemen repulsivo, ese que parece que todo lo hace de forma correcta y elegante, pero que por detrás es más barriobajero que cualquier aficionado borracho a los pubs británicos. Porque el servicio británico siempre ha sido más cuestión de confianzas e influencias que de capacidades y aptitudes. Tal vez, si tengo que criticar algo, es que todos están muy envejecidos. Quiero decir que se nota mucho la caracterización y, aunque es necesario para ajustarse a las edades de la novela de John Le Carré, no termina de gustarme.

El punto más dudoso: el ritmo. Cuando hablo de una película de espías no me estoy refiriendo a cine de acción del estilo de Misión Imposible u Operación U.N.C.L.E. Aquí no hay carreras, golpes ni disparos a tutiplén. Esta es una película de intriga, de engaños, de traidores… y el juego está en cazar las falsedades de los demás hasta dar con la solución correcta. Los planos son largos y muy, muy lentos. Hay un clima de distanciamiento, de frialdad que se transmite en la forma en que están rodadas las escenas. Si a eso unimos la falta de expresividad de los personajes… bueno, o te sumerges en la historia con rapidez, o no te recomiendo que la veas después de comer. No te engañes, a mi me ha parecido una película brillante, bien llevada, que va poco a poco creciéndose, pero tiene que ser lo que quieres ver en ese momento. Si lo que buscas es acción, mal.

Y lo que menos me ha gustado: el final. No porque no esté muy bien, sino porque a mi me ha resultado previsible. Vamos, que encontré al topo a media película y me pasé el resto intentando confirmar si estaba en lo cierto.

En resumen, una excelente película de suspense de espías, de ambientación setentera y con un reparto coral mayoritariamente masculino. Muy recomendable si tienes en cuenta la última observación.

¿Has visto esta película? ¿Hay alguna otra del género que te guste especialmente? Tienes los comentarios a tu disposición para lo que quieras. 

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