Scott Pilgrim contra el mundo (2010)

Después del batacazo cinéfilo de la semana pasada y teniendo en cuenta que me he pasado un mes de obras en casa —en serio, no sé a qué se dedica toda la gente que está entrando y saliendo de ella, pero he sufrido ya varias crisis de las de querer agarrar un bate y sacarlos a golpes—, vuelvo a la carga por aquí. Había ganas.

scott_pilgrim_contra_el_mundo-cartel

Scott Pilgrim (Michael Cera) es un joven que conoce a la mujer de sus sueños, Ramona V. Flowers (Mary Elizabeth Winstead). Pero para conquistar su corazón, deberá primero luchar y vencer a sus siete malvadas exparejas, misión harto complicada, pues tienen poderes especiales..

No voy a hablar de un peliculón, porque no lo es. Pero sí es una de esas extrañas películas que me hacen pasar un buen rato y me despiertan alguna sonrisa. No necesito estar demasiado concentrada en el argumento, lo que también es una ventaja en algunos momentos—no me perdería demasiado si fuera a la cocina sin pulsar el botón de pausa—.

Pero Scott Pilgrim contra el mundo tiene un algo. Probablemente se deba a que su director es Edward Wright, director y co-guionista de la nunca suficientemente ensalzada Trilogía del Cornetto —de estas películas hablaremos algún día, prometido—.

A Wright le encanta hacer películas de género, y aquí no hace una excepción. Parte de la saga de cómics Scott Pilgrim de Bryan Lee O’Malley y la lleva a la pantalla de una forma más que literal. Un riesgo, porque eso no ayuda a mantener el ritmo y en algún momento se alarga más de lo necesario. Ya deberíamos saber que lo que funciona en papel no tiene que funcionar igual en pantalla, pero siempre es un plus que alguien intente arriesgarse.

Scott Pilgrim es un joven con pinta de fracasado en todos los ámbitos excepto en el amoroso —que alguien me explique qué ven en él las chicas, porque yo no lo pillo—, que toca el bajo en un grupo, Sex-Bob-omb. Comienza una relación con una chica del instituto —lo peor de lo peor, no se puede caer más bajo— pero al poco tiempo conoce a Ramona, tía dura donde las haya. Pero, para poder salir con ella, tendrá que luchar y vencer a sus siete ex-novios, que han formado una liga para evitar que Ramona salga con nadie más. Sobran cuatro de los siete en la película, algo más que evidente cuando el tiempo que dedica a cada uno se acorta en algún caso hasta lo irrisorio para conseguir que avance la historia.

Es un poco como ver un videojuego viejuno. Nada de 3D ni alta resolución en pantalla. Es un poco cutre pero, ¿quién no ha jugado a Space Invaders? Hay onomatopeyas y actuaciones exageradísimas que quedan bien. Hay unos cambios de plano que dan grima pero quedan bien. Zoom por aquí y por allá, colores estridentes y mucha cultura pop y punk por detrás.

En el fondo es una historia de amor, pero a Wright eso no se le da muy bien y casi ni se nota, así que los que rehuyáis de ese tipo de cine estáis de suerte, porque podéis quedaros con la amalgama cómic-videojuego-indie y disfrutaréis de un rato muy entretenido, tendréis la oportunidad de ver algo distinto y entenderéis cómo Michael Cera acabó formando parte del reparto de Juno o de Arrested Development. O igual no.

Otra película «indie» que se suma a esta o esta, por poner un ejemplo. ¿Has visto Scott Pilgrim contra el mundo o has leído los cómics? ¿Qué te han parecido? Tienes lo comentarios a tu disposición. 

Deja un comentario