Yo, él y Raquel (2015)

¿Qué es lo más importante a la hora de abordar la distribución de un título: mantener la fidelidad del título, o que siga rimando como el original? Pues nada, que siga rimando. Así es como llegamos a encontrarnos con este Yo, él y Raquel en lugar de Me & Earl & the dying girl. Al menos el título en español no da pistas sobre el estado de salud de la chica.

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Greg pasa el último año del instituto de la forma más anónima posible, evitando todo tipo de relaciones, mientras en secreto hace extrañas películas con su único amigo. Esta situación cambiará cuando su madre le obliga a hacerse amigo de una compañera de clase con leucemia.

Ganadora del premio a mejor película y premio del público en el festival de Sundance. Un festival indie. Si no os gusta el cine indie, vais mal. Pero si disfrutasteis como enanos —como yo— de películas como Pequeña Miss Sunshine (2006) o Juno (2007), es una buena excusa para acercarte al cine. Creo que, hasta el momento, no he hablado de ninguna película de este género, salvo, tal vez, ésta, ésta o ésta (la última no la veáis, por favor, ha sido mi gran error del año).

Voy a empezar por el principio: ¿Qué tendrán este tipo de películas que parecen más cultas que el resto? Daban ganas de gritar al operador —¿sigue habiendo alguien en la cabina o le dan al play y se marchan? ¿Tal vez no es necesario ni darle al play porque controlan todas las salas del multicine desde un único punto? ¡Qué desconocimiento el mío!— ¡Pare la película! De verdad, es un despliegue de planos de bibliotecas con mil y un lomos de libros que no da tiempo a leer, carteles de cine por todas las paredes, entre los que encontramos a los españoles Almodóvar, Buñuel o Dalí, referencias a películas del cine clásico adaptadas de forma muy curiosa por Greg y su amigo Earl… una sobreabundancia de referencias que me han hecho replantearme la idea de que el cine indie es minimalista. Es más bien un trastero desordenado, como si los trasteros pudieran ser de otra forma.

Los institutos americanos, qué sensación de diversidad que dan. No como los de aquí, donde los estudiantes van todos uniformados bajo el mismo patrón. Y allí está Greg, tratando de llevarse bien con todas las tribus sin implicarse con ninguna, sin hacerse amigo de nadie pero tratando de caerle bien a todos. ¡La delgada línea roja de la adolescencia! Viendo a este pobre chico de autoestima por debajo de la línea del subsuelo ya parece que la adolescencia es lo peor que le puede suceder a un humano en la vida, pero es que, por si el rollo del instituto no fuera suficiente, tiene un padre que no se sabe de qué trabaja pero que está todo el día preparando platos exóticos que sólo parecen gustarle a Earl (excepto el paté ese que no nos explican de qué es) y una madre con un exceso de empatía hacia los demás que no duda en obligarle a hacerse amigo de Raquel, ahora que le han diagnosticado leucemia.

Greg tiene un sentido del humor muy raro, te hace sonreír pero no te ríes —confieso que esperaba reírme más— y encima miente a los espectadores. Porque habla con nosotros, aunque nos transforme en su mente en la universidad a la que dirige un escrito para que le acepten. Earl es el único que parece darse cuenta de qué va la vida —de «tetitas», que son su única obsesión además del cine cutre—, y Raquel es el personaje más desaprovechado e incomprensible de la película, pero aún así nos lleva con facilidad por el tortuoso y duro camino de una enfermedad terminal, superando fases de tremendo optimismo con otras de profunda depresión.

Es una historia tierna, bonita, pero irregular en el ritmo y demasiado sensiblera. A mi un toque sensiblero me gusta, porque soy, nunca mejor dicho, muy sensible a lo sensible, pero tal vez aquí se han pasado. Es una película encantadora, llena de planos un poco raros pero que funcionan, sobre todo al principio, porque pronto te acostumbras y se te olvida que no son habituales.

Y como siempre hay que quedarse con una frase lapidaria de las películas, escojo ésta para terminar:

—¿Lees libros? ¡Qué guay!

En fin.

Y tú, ¿eres un maniático del cine independiente? ¿Prefieres las grandes superproducciones? ¿O quizás picoteas un poco aquí y allí? ¿Has visto la película? Recuerda que tienes los comentarios abiertos para dar tu opinión. 

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