Blade Runner 2049 (2017)

¡Qué sorpresa! Me extrañaba haber hablado por aquí de la película original, pero sí. Resulta que fuimos a ver el reestreno con ocasión de su aniversario. Así que, si os apetece, empecemos por los comentarios de Blade Runner antes de pasar a lo siguiente.

Lo siguiente sería, por supuesto, ver los tres cortometrajes que preceden a la película (merecen la pena, de verdad):

Y ya, con todos los deberes hechos, podemos pasar al tema de hoy.

Treinta años después de los eventos del primer film, un nuevo blade runner, K (Ryan Gosling) descubre un secreto largamente oculto que podría acabar con el caos que impera en la sociedad. El descubrimiento de K le lleva a iniciar una búsqueda de Rick Deckard (Harrison Ford), un blade runner al que se le perdió la pista hace 30 años.

Igual empiezo diciendo que Blade Runner 2049 me ha gustado. Fui a verla sin demasiadas expectativas o, mejor dicho, con las expectativas bajas, y de ahí que no me haya decepcionado. No nos llevemos a engaño: no es la original de Scott y no puede alcanzarla. No lo es porque la película original aspiraba a algo más que a sumergirnos en el terreno de la ciencia ficción: como buena distopía, planteaba una serie de cuestiones sobre el ser humano encubiertas de metraje. De ahí su acierto.

Pero Denis Villeneuve —incapaz soy de pronunciar bien su apellido y debo de pertenecer a ese reducto a quienes La llegada no les emocionó demasiado— no ha sido capaz de llegar a ese estatus de clásico. No le voy a quitar tampoco mérito: es una digna sucesora. No hablaría tanto de secuela como de que es capaz de sostenerse a sí misma como película independiente. Hay una continuidad estilística digna de mención, tanto desde el punto de vista estético como si hablamos de la maravillosa banda sonora de Hans Zimmer. No es una copia: es una evolución como corresponde a los supuestos treinta años que han pasado en teoría entre uno y otro mundo. Ha sabido introducir referencias a la película anterior que, aunque forzados, pasan por elementos originales del metraje —el chubasquero, el caballo, el pelo rojo y pegado al rostro…—

Pero también tiene fallos: por un lado, su exagerada longitud, de casi tres horas. Parece que ya nadie supiera concentrar una idea. Jared Leto. Estoy un poco harto de ver cómo se usa su nombre para promocionar películas y que luego casi ni salga —otro ejemplo sería la terrible Escuadrón Suicida—; su papel está desdibujado, los planos en los que aparece son los que menos encajan con la estética general y no consigue imprimir la fuerza que su personaje y sus ideas deberían transmitir. Tampoco creo ya que Harrison Ford esté para demasiados trotes –ni tan siquiera llega a reproducir los gestos y miradas que tanto le valieron en la primera entrega—. Por cierto, ¿Hará Ford alguna película en la que no le broten hijos por doquier? Porque esta es ya la tercera, después de Indiana Jones y la Calavera de Cristal y el Episodio VII de Star Wars. ¿Es la única forma de garantizar su presencia?

Sí estoy más contento con la elección de Ryan Gosling, porque si hay un actor capaz de representar esa dualidad máquina-hombre gracias a su falta patente de expresividad, ése es él. De hecho, ante la falta de definición sobre Ford, cabe preguntarse de nuevo: ¿Es Gosling un replicante o un humano? Tal vez lo que más me ha interesado de Blade Runner 2049 es la capacidad del hombre de actuar de acuerdo a la concepción que tiene de sí mismo y no de buscar lo que es en realidad, lo que creo que envuelve la película como objetivo.

Creo que Blade Runner 2049 no debe comtemplarse como secuela, sino como entidad en sí misma. Pero también cabe preguntarse entonces por qué no está funcionando en la taquilla estadounidense –no parece la productora muy preocupada, en todo caso recuperará la inversión en el mercado internacional—: ¿están ya hartos de precuelas y secuelas y spin-offs y remakes? ¿O vamos a seguir sufriendo el miedo por producir cosas nuevas?

¿Es Blade Runner 2049 una mala película? De ninguna manera, aunque sea inferior a la precuela. ¿Es necesaria? No lo sé. Tal vez no, pero, ¿qué película es necesaria?

En fin, ¿qué opinión os merece a vosotros? ¿OS ha gustado? ¿Teníais demasiado presente a su predecesora? Tenéis los comentarios a vuestra disposición.